Una de las técnicas de belleza y cuidado personal más destacadas de la actualidad es la eliminación del vello a través de la depilación con cera, hojillas o con láser. Sin embargo, debido a la agresividad de algunos de estos métodos muchas veces nuestra piel sufre consecuencias que la llevan a irritarse, hincharse e incluso enrojecerse, en especial cuando se trata de tejidos sensibles. Por eso hoy te traemos las mejores técnicas para aliviar estás reacciones y empezar a lucir una piel lozana.
Usa hielo: Agarra un cubo de hielo de la nevera y cúbrelo con una manta. Limpia el área de la piel afectada. Lo ideal es que no coloque el trozo de hielo directamente en los tejidos porque el frío puede llegar a quemarte, enrojeciendo más la zona. Úsalo tan solo por unos minutos, con ello cerrarás los poros, aliviarás la hinchazón y eliminarás los granos.
Aloe vera: Toma una penca de la sábila, córtala por la mitad y extrae el gel que se encuentra en su interior. Esto lo vas a pasar por el área afectada para refrescar, calmar e incluso regenerar la piel. Déjalo actuar 15 minutos.
Enjuaga con agua fría: La zona recién depilada suele quedar muy sensible luego de eliminar los vellos, por eso se recomienda que desinflames el área con un poco de agua fría. Líquido que además estimulará la circulación, tonificará y cerrará los poros.
Infusión de manzanilla: Con esto podrás equilibrar de nuevo el ph de la piel y aliviar su enrojecimiento. Prepara un té concentrado de manzanilla y déjalo enfriar para posteriormente esparcirlo sobre la piel.
Adicionalmente, te recomendamos que evites usar ropas ajustadas que puedan rozar la piel recién depilada y causar más irritación. Lo ideal es que limpies el área para luego mantenerla al aire libre.