Debido a que los alimentos se han encarecido casi un 60% en lo que va de año y los ingresos familiares son cada vez más bajos, el Congreso argentino ha declarado que el mismo se encuentra en emergencia alimenticia aproximadamente hasta el 2022.
Durante el debate parlamentario estuvieron miles de manifestantes piqueteros fuera del edificio del Congreso lo que hizo que el mismo se desarrollará bajo presión. Durante el desarrollo del discurso los senadores debatieron la ley, que finalmente fue aprobada con el voto tanto de legisladores del macrismo, como de los opositores peronistas.
El panorama de la ley es de extrema gravedad, la última estadística oficial cifró en 32% la pobreza, el mismo porcentaje que el presidente Macri encontró cuando sucedió al kirchnerismo en diciembre de 2015.
Para el diputado Leonardo Grosso, del Movimiento Evita y uno de los impulsores del proyecto, la situación es de «catástrofe», porque Argentina está atravesando «una de las peores crisis económicas y sociales» que tuvo en su historia, comparable con la de 2001.
Del mismo modo el Diputado Grosso indicó que «El propio Indec dice que hay 3.600.000 personas por debajo de la línea de indigencia. Eso quiere decir que son personas que no llegan a cubrir las cuatro comidas diarias, en un país que es productor de alimentos, que produce para 20 veces su población».
En este sentido, el diputado argentino afirmó que «no se trata de una mirada política sino de una mirada humanitaria y que la norma que aumenta un 50% la ayuda estatal a los comedores sociales suma el voto de oficialistas y opositores.
Por lo tanto se espera que la ley ayude aumentar el presupuestos para los comedores comunitarios.