Convivir con personas de diferentes estados de ánimos y lidiar con sus problemas cuando no son capaces de dejarlos en casa, pueden convertir las relaciones laborales en tóxicas. Se calcula que en torno al 5% de los trabajadores tienen actitudes tóxicas, según un estudio realizado en Harvard Business School. Esto puede tener un alto impacto hasta el punto de destruir el ambiente de trabajo y la motivación del equipo.
Lo importante es saber detectar este tipo de comportamientos y además aprender a lidiar con ello, aquí te dejamos algunos datos:
Identificar
Un pesimista, el que absorbe la energía alrededor, el que todo lo critica, el manipulador y el que se atribuye los éxitos a si mismo sin reconocer el esfuerzo de los demás, fácilmente es una persona tóxica laboralmente hablando.
Conversar y exponer
Aunque entablar una conversación con una persona tóxica puede ser difícil es una de la mejores formas de afrontar el problema, se requiere valentía y comprensión, además de estar conscientes de que la actitud de la otra persona será muy egocéntrica.
Entender al otro
Quizás podamos descubrir algo que nos sorprenda al intentar escuchar con atención el problema del otro. Sus críticas y molestias podrían traducirse en reflexiones para mejorar algunos aspectos en el trabajo.
Buscar ayuda
Si ninguna de las opciones anteriores ha resultado lo ideal sería perder el temor de que el problema ascienda y hablarlo con el jefe para buscar una solución antes de que el comportamiento tóxico termine por dañar totalmente el ambiente laboral.