El Café Venezolano se remonta a 1730, cuando fue traído desde Brasil. Desde entonces, este aromático grano se ha extendido por todo el territorio nacional y se ha convertido en un producto infaltable en los hogares venezolanos. En un esfuerzo por fortalecer la producción local, el rubro del café ha estado apostando cada vez más por la producción nacional.
Café Flor de Arauca: Un Compromiso con la Calidad
Hace 21 años, nació Café Flor de Arauca, una marca que ha demostrado su compromiso con la producción nacional y la calidad del café. Esta empresa genera actualmente mil 500 empleos de manera directa e indirecta, con trabajadores responsables y comprometidos que contribuyen a un producto que se ha ganado un lugar en los hogares venezolanos.
El Grupo Botalón, que maneja toda la cadena del rubro café desde la siembra hasta el consumo, es el motor detrás de Café Flor de Arauca. Actualmente, tienen una capacidad de producción de un millón de kilos, pero tienen grandes planes para el futuro. Para este 2024, se proyecta alcanzar la meta de un millón 300 mil kilos. Esto implica la incorporación de nuevos tostadores para atender la creciente demanda.
Apoyo a las Familias Cafetaleras
Café Flor de Arauca no solo se enfoca en la producción, sino también en apoyar a las familias cafetaleras. Compran semillas de café verde en cinco estados y colaboran con más de 30 mil familias. Además, proporcionan insumos para que los productores puedan atender sus fincas y obtener cosechas de gran calidad. Los estados donde tienen fincas de producción son: Táchira, Mérida, Trujillo, Portuguesa y Lara.
El Café Venezolano, Exportación y Representación de la Producción Venezolana
Aunque actualmente Café Flor de Arauca no exporta sus productos, son pioneros en la exportación de café verde en el mercado americano y europeo. Además, están en proceso de negociaciones con el continente asiático. El Grupo Botalón ha establecido alianzas con la Corporación Venezolana del Café y el Ministerio de Agricultura y Tierras para asegurar que puedan movilizar y comercializar su producto fuera del país, representando así la producción venezolana.
En resumen, el café venezolano no solo es una bebida aromática, sino también un símbolo de esfuerzo, calidad y compromiso con la producción nacional. ¡Que siga creciendo y deleitando a los amantes del buen café! ☕🇻🇪