Icono del sitio TVES | Sonríe Contigo

Mar de Amor y Patriotismo Recibe al Presidente Maduro en Mamera

Mar de Amor

En un día soleado y cargado de esperanza, el presidente Nicolás Maduro Moros fue recibido con entusiasmo y alegría en un mar de amor por el sector Mamera, ubicado en la parroquia caraqueña de Antímano. Su llegada tenía un propósito claro: una jornada de trabajo con las comunas y consejos comunales, tras la Consulta Popular Nacional celebrada en todo el país el pasado 21 de abril.

 

Los habitantes de Mamera, con los corazones inflamados de patriotismo, se congregaron para dar la bienvenida al líder bolivariano. Hombres, mujeres y niños se agolparon en las calles, ondeando banderas venezolanas y coreando consignas de apoyo. Para ellos, Nicolás no es solo un presidente, sino un compañero de lucha, un vecino más que comparte sus anhelos y sueños.

 

Desde el vehículo en el que se desplazaba, el presidente Maduro saludó a la multitud. Se subió al capó, agradeciendo las palabras de afecto y reconocimiento que trascendían los límites de la comunidad. La estrecha callejuela que conducía a la vía principal estaba llena de vida y color. Pequeños negocios, establecidos en casas, evidenciaban el impacto de la economía comunal, resistiendo las sanciones internacionales que afectan a Venezuela.

 

La voz del pueblo resonaba con fuerza: “¡Vamos, presidente!” Nicolás sonreía y alzaba su puño en señal de victoria. Era una reafirmación de que estaban en el camino correcto, construyendo patria. El sol abrasador no mermaba su energía. Rompiendo protocolos, se acercó a un grupo de mujeres que bailaban y cantaban en su honor. Saltó, celebró y sonrió más que nunca. Era el “Nicolás del pueblo”, como él mismo se autodenomina.

 

La jornada de trabajo en Mamera no solo fue un encuentro oficial, sino un abrazo sincero entre el presidente y su gente. Se aprobaron proyectos, se escucharon propuestas y se reafirmó el compromiso con la justicia social. Nicolás Maduro anunció la construcción de Bases de Misiones para cada comuna en la zona, fortaleciendo así la red de apoyo y desarrollo comunitario.

 

El noble pueblo de Mamera, con sus manos extendidas y su grito de esperanza, demostró que la lucha por la independencia y la felicidad es un camino compartido. Que siga resonando el canto de todos los barrios unidos, porque en Mamera y en toda Venezuela, la patria se construye con amor y trabajo incansable. 🇻🇪❤️

 

 

 

Noticias Nacionales

Salir de la versión móvil