La Organización de las Naciones Unidas ONU aprobó su primer tratado contra la cibercriminalidad, marcando un hito significativo en la lucha global contra los delitos cibernéticos. Este tratado, que fue adoptado por consenso tras tres años de intensas negociaciones, busca fortalecer la cooperación internacional para combatir eficazmente la cibercriminalidad, incluyendo delitos como la pederastia y el blanqueo de dinero.
El tratado permitirá a los estados miembros solicitar pruebas electrónicas y datos a proveedores de servicios de internet en otros países, siempre que el delito investigado sea punible con al menos cuatro años de prisión según la legislación nacional del estado solicitante. Sin embargo, esta medida ha generado preocupaciones entre defensores de derechos humanos y grandes empresas tecnológicas, quienes temen que el tratado pueda ser utilizado para justificar una vigilancia global excesiva.
A pesar de estas preocupaciones, la ONU ha destacado la importancia del tratado para enfrentar la creciente amenaza de la cibercriminalidad y proteger a las víctimas de estos delitos. La Convención de Naciones Unidas contra la Cibercriminalidad entrará en vigor una vez que haya sido ratificada por al menos 40 países.