La razón es porque determinadas personas tienen más predisposición al dolor de cabeza. Esta tendencia a la cefalea se incrementa en el caso concreto de la migraña.
Además, en el caso de la mujer, la etapa del climaterio/menopausia es especialmente compleja, porque pueden tener también más crisis.
¿Qué puede desencadenar un dolor de cabeza?
Aparte de los factores genéticos hay otros que pueden provocar un ataque de migraña. Los más frecuentes son:
- Tener malos hábitos del sueño, es decir, dormir mucho o poco.
- Estar deshidratados.
- Factores hormonales como la menstruación u ovulación.
- Alterar el horario de las comidas o retrasar la ingesta.
- Algunos fármacos que contiene nitroglicerina, estrógenos, analgésicos.
- Dolor de otra etiología diferente a la migraña.
- Cambios meteorológicos.
- Estímulos sensoriales.
- Olores fuertes, como el del perfume, el incienso, los productos de limpieza, el humo del tabaco o la contaminación.
- Ruidos fuertes y/o constantes.
¿Cómo podemos detener el dolor de cabeza?
En primer lugar hay que fomentar buenos hábitos como una correcta higiene del sueño (manteniendo unos horarios constantes e intentando que el descanso nocturno sea de calidad) y abandonar el sedentarismo.
Otros aspectos que hay que tener bajo control son el estrés y evitar el consumo excesivo de alcohol y de analgésicos.
La migraña, tal y como destaca Santos, puede llegar a ser muy discapacitante. Aunque en la actualidad no existe un tratamiento que pueda acabar con esta afección, sí existen opciones que pueden mejorar la calidad de vida.
Para alcanzar esa mejora la especialista insiste en la importancia de cumplimentar un calendario que recoja el número de ataques de migraña al mes y la intensidad.
“Solo así podemos valorar de una forma objetiva si el tratamiento pautado está siendo eficaz. Buscamos mejorar la intensidad del dolor, la respuesta al tratamiento analgésico y reducir el número de ataques”, especifica.
“Si el dolor es de intensidad leve-moderada, podemos tratarlo con AINEs (anti-inflamatorios no esteroideos). Si el paciente no responde o el dolor es más intenso, la medicación ideal es el triptán. Cuando además los pacientes tienen tres o más crisis al mes, o en aquellos pacientes con migraña crónica (más de quince días de cefalea al mes, de los cuales al menos la mitad son compatibles con migrañas) debemos pautar un tratamiento preventivo específico”, concluye.