La base es uno de los cosméticos indispensables en nuestro set de maquillaje y es ideal si lo que buscamos es tener una piel con un tono parejo y relucir tu belleza en el trabajo, universidad o en una salida con tus amistades.
Sin embargo, muchas veces no sabemos aplicarla, ni elegir el color correcto. El maquillador Miguel Urtecho en el libro «Nosotras en el espejo» de Antonia del Solar da algunos consejos para que nuestro rostro luzca radiante y parejo con este cosmético.
- La base de ser siempre ligera. No «tapes» tu piel con toneladas de producto. La base no corrige imperfecciones, su objetivo principal es emparejar el tono de tu piel. Las imperfecciones como ojeras o granitos las arregla el corrector.
- Si tienes piel oleosa aléjate de la base líquida y escoge una en polvo para que con el pasar de las horas esta se transforme en una base líquida. Una persona con piel seca sí puede utilizar base líquida.
- Si sufres de rosácea o tienes piel sensible, evita las bases de larga duración, ya que al retirarlas irritarás tu piel. Tampoco uses esponjas o brochas para ponértela, hazlo con tus dedos limpios, mojándolos antes en agua a temperatura ambiente.
- Cuando escojas una base guíate por el color de tu cuerpo y no el de tu cara, identifica tu fototipo. Ahora hazlo con tu fondo, si es beige, beige con rosa, negro o cenizo. Las mujeres latinas nos inclinamos a los fondos amarillos.
- La base se aplica en capas delgadas desde la mitad de la frente hacia abajo. Nunca por encima de esto, porque se aglomera en la línea del pelo y con el pasar de las horas, la coronilla, en las pieles morenas, se vuelve gris.
- Cuando estés pensando en comprar una base pídele al vendedor que te la aplique, si te gusta, no la lleves ahí mismo, sal a caminar, pasea por unas horas, anda a tu casa. Después de cuatro horas recién podrá ver si el color se oxida y cambia. No depende de la calidad del producto sino de cómo reacciona con el pH de tu piel.