Despertarse en mitad de la noche empapado en sudor es una situación más habitual de lo que imaginamos.
En la mayoría de casos no se trata de nada grave, aunque sí muy molesto e incómodo ya que, quien lo padece, se ve obligado a despertarse a media noche para cambiarse de ropa o, incluso, ducharse para intentar conciliar el sueño de nuevo.
Es bastante frecuente, de hecho, “hasta un 34% de adultos pueden tener sudores nocturnos”, tal y como afirma Salvador Álvarez Martín, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, del HC Marbella Intenational Hospital.
Según el experto, algunas patologías relacionadas con este signo son:
- Enfermedades tumorales (cánceres hepáticos o renales y las leucemias y los linfomas).
- Determinadas infecciosas agudas (la fiebre tifoidea, o la salmonelosis)
- Infecciosas crónicas (tuberculosis o el paludismo).
- Endocrinopatías (hipertiroidismo o la diabetes).
- Digestivas (reflujo gastroesofágico).
- Respiratorias (síndrome de apnea obstructiva del sueño).
¿Cuándo debemos preocuparnos?
“Nos debería preocupar los sudores nocturnos cuando son repetidos, cuando interrumpen el sueño y, sobre todo, si se acompañan de otros síntomas como pérdida de peso, de apetito, diarrea, dolor, fiebre, tos…”, advierte Álvarez Martín.
En cualquier caso, si la persona tiene alguna duda, “debería acudir a su médico de atención primaria para que realice la pertinente historia clínica y exploración física y decida si es necesario realizar alguna prueba complementaria analítica o radiológica para descartar problemas más graves”, concluye Chivato.
Mujeres y hormonas
Es importante saber que los sudores nocturnos suelen ser más frecuentes en las mujeres que en los hombres aunque también puede observarse en hombres. La razón de que esto ocurra puede deberse a las hormonas y es que, “los sudores nocturnos son relativamente frecuentes en mujeres durante la menopausia y en el síndrome premenopáusico”, recuerda el experto del CEU.
Para estos casos, tal y como señala Chivato, “determinadas pacientes pueden verse aliviadas de los sudores nocturnos mediante la utilización de terapia hormonal sustitutiva que estabilizan los niveles de estrógenos y progesterona”.
En los hombres, según apunta Álvarez Martín, “también pueden aparecer sudores en algunos casos de relacionados con tiroides, insulina u hormonas suprarrenales”.