El celular se ha convertido en un objeto cotidiano y casi imprescindible para muchas personas, que lo utilizan para comunicarse, informarse, entretenerse y trabajar. Sin embargo, el uso excesivo y descontrolado del celular puede tener efectos negativos en la salud física, mental y social, especialmente en los niños pequeños, que están en una etapa crucial de su desarrollo.
Los expertos recomiendan limitar el uso del celular a niños menores de dos años, y establecer normas y horarios para los mayores, con el fin de evitar los riesgos que implica el abuso de las pantallas. Algunos de estos riesgos son:
– Perjudica el desarrollo intelectual, la motricidad, la afectividad y las habilidades sociales. Los niños pequeños necesitan explorar el mundo real, interactuar con sus padres y otros adultos, jugar con sus pares y desarrollar su imaginación y creatividad. El uso excesivo del celular les priva de estas experiencias, y puede retrasar su aprendizaje, su lenguaje, su coordinación y su capacidad de relacionarse con los demás.
– Interfiere en el sueño. El celular emite una luz azul que altera el ritmo circadiano, es decir, el ciclo natural de sueño y vigilia. Esto puede provocar dificultades para conciliar el sueño, insomnio, sueño fragmentado y somnolencia diurna. El sueño es fundamental para el crecimiento, el descanso y el rendimiento de los niños.
– Aumenta la obesidad. El uso del celular reduce la actividad física y favorece el sedentarismo, lo que puede contribuir al sobrepeso y la obesidad infantil. Además, el celular puede distraer a los niños de las señales de hambre y saciedad, y hacer que coman más de lo necesario o que elijan alimentos poco saludables.
– Aumenta la miopía. El uso del celular implica una exposición prolongada a una pantalla cercana, lo que puede causar fatiga visual, sequedad ocular, irritación, dolor de cabeza y dificultad para enfocar. A largo plazo, esto puede provocar miopía, es decir, la dificultad para ver de lejos, que afecta cada vez más a los niños.
– Interfiere en el desarrollo del resto de sentidos distinto a la vista. El uso del celular hace que los niños se centren en el sentido de la vista, y descuiden el resto de sentidos, como el oído, el tacto, el olfato y el gusto. Esto puede afectar a su percepción del mundo, su sensibilidad, su memoria y su atención.
– Genera adicción tecnológica. El uso del celular puede provocar una dependencia psicológica, que se manifiesta en una necesidad compulsiva de estar conectado, una ansiedad por recibir mensajes o notificaciones, una pérdida de control sobre el tiempo dedicado al celular, una dificultad para desconectar y una interferencia en otras actividades importantes, como el estudio, el ocio o la familia.
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